Comer es un acto natural presente en varios momentos de nuestro día. Sin embargo, con nuestra intensa rutina y falta de tiempo, muchas veces no nos detenemos a probar la comida ni disfrutamos el momento en la mesa.
¿Cuántas veces comemos rápido, sin siquiera notar el aroma, colores, textura de los alimentos y apreciar su sabor? El acto de comer en sí mismo es una experiencia placentera y placentera. Pero, ante estas situaciones, nuestras excusas son siempre las mismas: “tengo prisa”, “no tengo mucho tiempo para comer”, o incluso, “voy a aprovechar para contestar unos mensajes”. ”.
Lo que muchos no saben es que este comportamiento puede perjudicar poco a poco nuestra salud. En las prisas por alimentarnos, la percepción del hambre y la saciedad cambia y nos hace consumir más de la cuenta. Además, también se altera el proceso digestivo que depende de la estimulación del olfato, el gusto y la visión para la producción de enzimas.
Es en este contexto donde surge el mindfulness, una práctica maravillosa que nos ayuda a tener una relación armoniosa con la comida y aprovechar al máximo cada comida.
¿Quieres entender más sobre el concepto de alimentación consciente y los beneficios que aporta a nuestra salud? Quédate con nosotros y aprende a comer conscientemente.
¿Qué es comer conscientemente?
El mindfulness comer es un conjunto de técnicas basadas en el mindfulness -una práctica de meditación budista- que nos permite prestar más atención a lo que comemos, siempre con amabilidad y sin juicios. A partir de esto, logramos estar más presentes en el acto de comer y atentos a los aspectos sensoriales de los alimentos, como sabores, texturas y aromas. Características que no siempre somos capaces de observar durante las comidas.
También nos hace más conscientes de las señales que nuestro cuerpo da en caso de hambre física (necesidad de nutrir), psicológica (de reconfortar) y saciedad. Esto evita exagerar, ya que permite que cada uno identifique por sí mismo los momentos en los que necesita comer y las cantidades necesarias que su cuerpo necesita para saciarse.
En otras palabras, es como si detuvieras el proceso automático de comer y empezaras a disfrutar más del momento. Se trata de saborear más la comida y analizar detalles que antes pasaban desapercibidos.
Según la nutricionista Luiza Camargo, la alimentación consciente consiste en disfrutar cada momento de las comidas, ya sea el desayuno, el almuerzo, el café de la tarde y la cena. En este proceso se analiza con mucho cuidado cada detalle, desde la elección de los ingredientes, pasando por la preparación hasta el consumo.
“ Se trata, de hecho, de estar presente durante las comidas y sentir lo que los alimentos pueden aportarnos, desde nutrir nuestro cuerpo, nuestros sentidos, hasta nuestra mente y nuestro corazón”, afirma en una publicación en su sitio Eu Sem Fronteiras .
Por tanto, es un concepto que no sólo involucra los alimentos ingeridos, sino la experiencia de comer y la forma en que la comida nos afectará física y psicológicamente.
¿El mindfulness es otra dieta restrictiva y milagrosa?
No, el mindfulness listening no es una más de esas dietas de adelgazamiento restrictivas y disparatadas que vemos en internet y redes sociales de la mano de influencers famosos. ¡Nada de eso!
En la alimentación consciente el objetivo es comer sin exagerar y de forma saludable. Es otra oportunidad para mejorar nuestra relación con la comida y reconectar con nuestro propio cuerpo. No es más que una forma de autocuidado de tu salud, cuerpo y mente.
Principales beneficios de una alimentación consciente
La alimentación combinada con la observación de los pensamientos y emociones que surgen mientras comemos, además de mejorar nuestra relación con los ingredientes, reduciendo los efectos de la culpa y el juicio, aporta los siguientes beneficios.
Autoconciencia
La alimentación consciente, cuando se pone en práctica a diario, nos permite tomar decisiones más conscientes sobre los alimentos que comemos y mostrar respeto por nuestro propio cuerpo. Después de todo, cuando realmente nos dedicamos a nuestra dieta, comenzamos a tomar decisiones mejores y más nutritivas y a evitar lo que antes era perjudicial para nosotros.
Es una forma de demostrar que te preocupas por tu salud, por tu cuerpo y que quieres verlo sano.
Autoconocimiento
Otro gran beneficio de la alimentación consciente es el autoconocimiento. Es saber distinguir el hambre física –la necesidad fisiológica de nuestro cuerpo de ingerir energía– del deseo de comer. En este último caso, lo que prevalece es el deseo (muchas veces emocional) de consumir determinados alimentos sin que tu cuerpo lo necesite.
Pero, con una alimentación consciente, distinguir uno de otro se convierte en un proceso más fácil a medida que te conoces mejor a ti mismo.
placer de comer
El proceso automático y robótico de comer muchas veces hace que uno pierda el placer de comer ciertos ingredientes. Pero, al adoptar una alimentación consciente, con el tiempo se retoman los sentimientos de alegría y satisfacción por comer, lo que cambia por completo tu relación con la comida.
Además de apreciar la comida, te sientes agradecido y satisfecho por comerla.
La alimentación consciente en la práctica para una relación armoniosa con la comida
Para mantener una relación más armoniosa con la comida y equilibrio con los alimentos disponibles, practicar la alimentación consciente es una de las mejores técnicas. Como hemos demostrado, debes ser consciente de todos tus sentimientos y mecanismos de pensamiento durante las comidas. El proceso es sencillo y, para ayudarte, hemos reunido algunos consejos.
desconectar completamente
Es necesario respetar el tiempo destinado a las comidas. Por eso, mientras comes evita cualquier tipo de distracción. La televisión, el móvil, los libros y las revistas son objetos que desvían nuestra atención de cualquier actividad, a la hora de comer no es diferente.
Sabemos que muchas personas aprovechan este tiempo para resolver problemas laborales y responder mensajes en sus celulares. Pero trate de hacer todo lo que sea necesario antes de sentarse a la mesa.
Come despacio, sin prisas
Incluso si el tiempo para comer es corto, debe hacerlo con cuidado y lentamente. No comas rápido, mastica bien los alimentos hasta sentir la esencia y el sabor de los mismos (los médicos recomiendan de 30 a 50 masticaciones). Este proceso ayuda con la digestión y la percepción de saciedad.
Note las emociones al comer.
La comida y las emociones van de la mano. A menudo comemos en respuesta a la tristeza, la ansiedad, el estrés y otros sentimientos.
Sin embargo, comer conscientemente puede ayudarnos a comprender los tipos de sensaciones que rodean nuestra relación con la comida y si la utilizamos como “válvula de escape” para afrontar ciertos sentimientos. Por tanto, observa las emociones que surgen a lo largo de la comida y trata de identificar los motivos para comer en ese momento.
Disfruta cada minuto de tu comida
Disfrutar de la comida es uno de los pasos más importantes de una alimentación consciente. Enfoca todos tus sentidos al cocinar y comer. Presta atención al color, textura, aroma, sonidos y sensaciones que aportan los alimentos.
Además, cuando te sientes a la mesa, espera uno o dos minutos antes de empezar a comer. Aprovecha este momento para interactuar con todos los que están sentados a tu lado. En silencio, expresa tu agradecimiento por disfrutar de la comida y por quienes te acompañan en ese momento.
Alimentación consciente con barritas proteicas Bold: cómo saborearlas en cada bocado
Ahora que ya sabes de qué se trata la alimentación consciente y el mindfulness a la hora de comer, ¿qué te parece ponerlo en práctica con las barritas Bold?
Es una excelente manera de comenzar este nuevo proceso y comprender aún más sobre la alimentación consciente. ¡Solo mira!
1) Encuentre una posición cómoda para comer y respire profundamente tres veces. Prepárate para usar todos tus sentidos.
2) Abre lentamente el empaque de tu barra Bold favorita. Intenta prestar atención a todos los detalles: el ruido que hace el envase, el color, la forma y la textura de la barra.
3) Acérquelo a su nariz y respire profundamente unas cuantas veces. Observa qué sensaciones se despiertan al oler los ingredientes que componen la barra de proteínas.
4) Dale un mordisco y trata de pensar en las características que describen el sabor. ¿Te recuerda algún buen recuerdo? ¿Qué sensaciones te produjo?
5) Mastica la barra lentamente y escucha el sonido del cono rompiéndose en pequeños pedazos. Presta atención también a los sabores y texturas en boca.
6) Disfruta cada bocado e intenta repetir esta experiencia con otros alimentos.
¿Viste cómo comer conscientemente es una tarea sencilla y muy placentera? Pruébalo con una barra de proteína Bold y aplica las técnicas en tus próximas comidas. Estamos seguros que tu relación con la comida será más armoniosa, sin juicios. Las comidas serán aún más surrealistas con una alimentación consciente. Es otra forma de demostrar amor y cariño por ti mismo y tu cuerpo.
Pruébalo y cuéntanos cómo fue la experiencia.