Crear nuevos hábitos ha sido un gran objetivo para muchas personas. Esto se debe a que cada día aumenta la preocupación por el bienestar y la salud.
Esta preocupación va más allá del mero atractivo estético. Comprender qué es bueno y qué es malo para el organismo ya es un objetivo diario.
1 - Tener un objetivo claro y crear una guía paso a paso para conseguirlo
Todo se vuelve más fácil cuando tenemos un objetivo claro en mente. ¡Y esto es muy sencillo de entender!
Cuando decidimos centrarnos en algo, debemos entender exactamente hacia dónde queremos ir.
Después de definir la ubicación de este destino, ¡se vuelve menos complicado pensar en los pasos para llegar allí! Y es a través de pequeños pasos que logramos metas más grandes.
Así que reconsidera tus hábitos, observa tus limitaciones y ve hacia dónde quieres llegar, a qué nivel quieres llegar. Luego, detente unos minutos y empieza a pensar en los pasos a seguir.
Aunque sean pequeños, todos son extremadamente importantes. Cada uno de ellos te acercará a ese lugar en el que tanto deseas estar.
2 - Fíjate objetivos concretos, ¡no huyas de tu realidad!
Las metas son importantes, pero las metas alcanzables son esenciales.
Esto se debe a que debemos entender que el cuerpo humano funciona como un sistema, pero no es una máquina.
Todos tenemos nuestros límites y necesidades, y es necesario satisfacer cada uno de ellos.
Por eso, plantéate objetivos reales, que se ajusten a tu cuerpo, rutina y disposición. Todo es un viaje, e incluso si tus metas no alcanzan tu objetivo principal, ¡será un paso menos para finalmente llegar allí!
Ten en cuenta que las metas también se pueden adaptar, para que te acerques cada vez más al objetivo principal (¡nunca lo olvides!).
3 – Observa tus excesos
¿Qué es la vida cotidiana sino una serie de excesos?
Comer en exceso en el trabajo, comer en exceso , comer en exceso emocional, etc. ¡Pero nuestra búsqueda puede (y debe) ser de equilibrio!
Cada día es una nueva oportunidad para cambiar un mal hábito o reforzar la presencia de un nuevo hábito positivo.
Analizar tu vida diaria y detectar excesos será un excelente comienzo para cambiar todo aquello que trae puntos negativos a tu cuerpo.
Importante: ¡la salud no es sólo física! ¡Tu salud mental también debe ser uno de los focos importantes de todo este proceso! ¡Cuidar tu mente es también cuidar todo tu cuerpo!
4 - La rutina puede ser tu mayor aliada
Levantarse temprano, entrenar, desayunar, trabajar, almorzar, trabajar, estudiar, dormir.
¿Te cansaste solo de leer esta rutina? ¡No es necesario que sea así, pero debe existir!
La rutina es uno de los pilares del mantenimiento de nuevos buenos hábitos. Al tener un día organizado y estructurado podrás tener un mayor control sobre todo lo que sucede en tu vida.
Con una mayor organización, podrá comer mejor, hacer mejor ejercicio y adaptar todas las pequeñas tareas que necesita realizar a su día.
Tener una rutina equilibrada también te permite predecir todo ese día. De esta forma sabrás exactamente dónde estarás y qué estarás haciendo en cada momento. ¡Sé su amiga!
5 – Busca a alguien que te inspire
¿Te gusta seguir a ese famoso cantante? ¿O incluso esa influencer que hace tutoriales de maquillaje?
Entonces, ¿por qué no seguir a alguien que te inspire hábitos más saludables?
Podría ser un blogger de fitness, un entrenador personal o incluso una marca como nosotros , que siempre fomenta un estilo de vida más positivo. 😉
Tener este tipo de inspiración puede brindarle valiosos consejos que podrá incorporar a su vida diaria.
6 - ¡Todo es gradual, ten paciencia!
¡La paciencia es una virtud pero es fundamental a la hora de introducir nuevos hábitos! ¡Nada sucederá de la noche a la mañana!
Tu cuerpo y tu mente siempre están adaptándose y debes darles el tiempo que necesitan.
Si la idea es introducir un nuevo ejercicio en tu rutina , entonces empieza poco a poco…
Observa tus límites, mira hasta dónde puedes llegar y una vez que llegues allí, ¡intenta llegar más lejos!
Comer mejor también puede ser uno de tus objetivos.
Un buen ejemplo es alguien que quiere dejar de beber refrescos . Cortarlo todo de una vez puede ser una tortura, ¿verdad?
El consejo es comenzar cambiando a una opción baja en calorías, como las versiones dietéticas o sin calorías .
Luego, empieza a beber agua con gas y una rodaja de limón. Y finalmente, ¡completa tu objetivo bebiendo solo agua!
¡Tu cuerpo te lo agradecerá!
7 - No te esfuerces demasiado y empieza de nuevo si es necesario.
Nada es eterno. Experimentamos muchas cosas en muy poco tiempo. ¡No es justo para ti hacer tantas exigencias!
¿Te perdiste en la nueva dieta? ¡Muy bien, mañana empiezas de nuevo! ¿No pudiste terminar la semana en el gimnasio?
¡No hay problema, la próxima semana podrás completarlo todos los días!
¡Cargarte sin piedad no contribuirá positivamente a alcanzar tus objetivos!
Sea paciente, comprenda sus limitaciones y comience de nuevo si es necesario.
8 - ¡Recompensa tu progreso!
Hablamos de facturación, también hablaremos de bonificaciones. ¡Celebra tus victorias!
Parece muy cliché decir que te lo mereces sólo por intentarlo, pero es importante que entendamos que cada paso es importante y debe celebrarse.
¡El objetivo más grande sólo se logra después de completar muchos pequeños pasos! ¡Así que celebra!
Regálate esa blusa que te encantaba por completar un mes entero de entrenamiento sin perder el ritmo.
Tómate un día de spa y mímate con sólo adoptar hábitos más saludables .
Permítete vivir momentos y situaciones solo tuyas que harán tus días más ligeros y saludables (física y emocionalmente 😉).
9 - ¡No te rindas!
Estamos seguros de que hay muchas personas que te quieren y te quieren bien. ¡Pero eres tú quien necesita levantarse y dar lo mejor de sí!
¡La palabra “rendirse” nunca debería estar en tu vocabulario! ¡Tu mayor prioridad siempre debes ser tú y tu bienestar!
Todo lo que vivirás frente a esto (trabajo, relaciones, amigos, etc.) dependerá de tu relación contigo mismo.
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